Cerré el blog hace ya algún tiempo, a causa de falta de motivación para escribir cosas con un poco de sentido (como si antes lo hiciera, jojo) y porque no andaba muy bien de ánimos, y tampoco era cuestión de escribir cosas del tipo: "querido diario: hoy estoy emo y quiero abrazar a Satán como mi amo y señor, que me de una escopeta y matar a todo el mundo". No quería que se infiriera de este blog que soy una persona triste o que está siempre furiosa, porque no es siempre así (cof, cof).
Quiero pensar que esa etapa ya pasó. Ya terminé la bendita carrera de los coj..., milagrosamente aprobé el carnet de conducir (a la primera xDDD, tenía que fardar...) estoy adaptándome a sobrevivir en otra cuidad en la que no conozco a nadie y voy a cursar unos estudios de Máster (del universo).
- Pausa para chiste malo-
Todo esto supone un reto importante en mi vida, porque siempre me he considerado una persona apegada a sus cosas, y a su gente (supongo que porque me cuesta hacer amigos con facilidad, o al menos gente de la que poder fiarme y sentirme a gusto). Pero a todo el mundo le llega el momento de salir del cascarón y volar, puede que para estamparse o para conseguir algo mejor, que está la cosa muy mala.
¿Qué saldrá de todo esto? No lo tengo muy claro, pero supongo que habrá que hacer caso al amigo Freddie, ¿no?
